lunes, 10 de mayo de 2004

CRÓNICA PRIMERA CARRERA ENERGÚMENA

Llega la primavera, y los energúmenos, muy deportistas ellos se lanzan a las carreteras a correr todo lo que puedan y más. Para este deporte sí existen y siempre han existido muy buenas instalaciones deportivas en nuestro pueblo (las carreteras) y el tiempecito ya empieza a acompañar junto con las ganas de lucir ese “cuerpecito pa feria” que muchos energúmenos siempre han puesto como meta (aunque al final nunca se llegue a realizar el sueño).
Puestos así, un día en una tarde de cafelito y puyazos, a un energúmeno no se sabe muy bien cuando, se le ocurre retar a otro a una gran carrera. Los implicados son Rafita y el artista anteriormente conocido como “Leito”. A estos, más tarde se les une Cohete. El reto se convierte en desafío, y el desafío en cita. Aún con escepticismo se pone una fecha: el lunes 15 de marzo.

Así se llega a la I Carrera Energúmena
Llegada la tarde de la cita; en el Gallo ya se empieza a especular. Empiezan a caer apuestas. Algunos aún no se creen la veracidad de tal evento pero lo cierto es que el resto de energúmenos comienzan a caldear el ambiente. Las apuestas no son muy seguras. No se conoce el verdadero estado de forma de los tres primeros contrincantes. A uno le es ya bien conocido su largo entrenamiento y preparación aunque se duda de su capacidad a simple vista. De los otros dos es bien conocida su poca actividad actual y sus intermitentes y escasos entrenamientos aunque también es verdad que ambos poseen sustancias estimulantes de síntesis endógena o propia aún no muy conocidas para la ciencia como la “Leocaína” y la “Cohetina” también llamada “por cojonina”. Vistos así, los apostantes, Salvita, Edu y Lumi no lo ven muy claro y deciden no apostar en metálico.
Se fija la cita a las 18:20 en la plaza desde donde se trasladarán al “huerto las ánimas” donde se dará la salida. La carrera cuenta con un despliegue informativo nunca visto. Cubren dicho evento, Edu en una unidad ciclista con la cual podrá desplazarse entre los corredores. Otra unidad a pié o sea corriendo a saco, como “Huracán Lumi” y una unidad estática fotográfica, Salvita, situada en un punto muy estratégico “la cuesta de los yesos” o también llamada “col de Yesós”. El primer contratiempo llega pasadas las 18:30. Dos de los corredores y el resto del equipo informativo llegan a la cita pero falta un contrincante, Rafita que no aparece por ninguna parte. Algunas voces empiezan a hablar ya de “cagaleritis aguda”. Momentos antes dicho corredor ya había anunciado que probablemente no se presentara. Los nervios afloran. Se palpa tensión en el ambiente. Es mucho lo que se juega. Muchas tardes de mofa y refregamiento a discreción le pueden caer a los que pierdan y muchas voces fanfarronas se pueden callar con una victoria. A todo esto Rafita es buscado y no aparece. El resto deciden ir directamente a la salida de la carrera y cuando ya parecía llegar un olor a caquita, el último corredor aparece en línea de salida desmintiendo cualquier intento de ausencia.
Por fin puede comenzar la carrera.
Nada más comenzar esta, uno de lo participantes tiene la osadía de aconsejar al resto tranquilidad y ritmo normal como si no pasara nada a lo que el ciclista que los seguía, voz en alto lo rebatió rotundamente: tranquilitos de queeee¡¡ aquí espectáculo joé. Parece que surtió efecto esta exigencia, porque “L” comenzó a desarrollar su estrategia, y de momento comenzó a dar zancadas dejando atrás a los otros dos. El espectáculo no había hecho más que comenzar. El ciclista se dirigió al corredor que había tomado la cabeza de carrera, parecía tranquilo, muy seguro de su plan. Mientras, “Huracán Lumi”, se quedaba con los otros dos y cambiaba de carril para intentar no intervenir en la carrera. Por la huerta de cohete, “L” sacaba ya 8 segundos a Rafita y 11 a Cohete. En la bajada de los Yesos se mantuvo esa distancia, llevando un tiempo total de 4’15”. Seguidamente al entrar en la  cuesta de la Ponderosa, el líder ya solo sacaba 4 segundos a Rafita y sí le sacaba más a Cohete, 14”. Aquí Cohete comenzó a darse cuenta ya de que esa carrera no era la suya, y la falta de entrenamiento comenzó a hacerle mella. Para colmo la “cohetina” o “por cojonina” parecía no segregarse adecuadamente. En la entrada a terrenos dificultosos, Rafita decidió dar caza al escapado y presuntuoso “L” , pasando por la Ponderosa a 6’45” y Cohete quedaba ya a 7’02. A la salida del carril ambos “L” y Rafita venían juntos con 12’ de carrera y Cohete ya a 45”. Con ellos venía el reportero de a pié, “Huracán Lumi”, que tranquilitamente remitía los tiempos al ciclista. Al quedarse el ciclista a esperar a Cohete, éste tuvo que pedirle que lo abandonara a su suerte ya que éste había decidido ir ya a su ritmo.
La cuesta de los yesos supone ya el reto final. Comienzan a subirla a 15’40”. Mientras el ciclista decide esperarlos arriba para una mejor vista y tiene la osadía de subir el “col de Yesós” a ritmo galopante. Cuando en el último tramo piensa en abandonar la puñetera bici, cual es su sorpresa que aparece Salvita en lo más alto con su simpaticón móvil-cámara dispuesto a sacarlos a todos con sus mejores sonrisas. Tras éste, llegan los dos corredores escapados. Parece que “L” intenta quemar sus últimos cartuchos y ataca de nuevo en “Yesós”, Rafita pacientemente aguanta a unos metros, sería un farol? O la “leocaína” empezaba a hacer estragos.
Era un farol. Pasando ya el carril (por donde se va a casa de Pakorrín), Rafita toma la cabeza dispuesto a asestar el golpe final a su rival que ya se ve cual toro caído en la arena. Todos quedaron perplejos cuando pudieron observar como “L” ofrecía su manita a su rival y tiraba la cuchara en plena carrera dándole la victoria a éste con un “Vale, tu ganas” tras lo cual éste, por donde la huerta de Cohete, se desploma y cae fulminado pidiendo a gritos al que pasaba por allí su bicicleta para poder llegar arriba. Rafita ya no tiene más que seguir su camino de victoria hacia la cumbre. El ciclista, por donde el chalet de la Jero, no sale de su asombro al ver como Rafita asciende y le grita: “Rafita, no me lo puedo creer” acompañado en todo momento por “Huracán Lumi” que andaba por ahí como el que se levanta del sofá y va a la nevera a comerse un yogur, y encima comentaba al ciclista algo que éste ya no podía entender debido a su desastroso estado.
Entran en meta a 22’15. Tras esto llega “L” a 22’42 y más tarde con todos los reporteros ya arriba llega el Cohetazo a 24’30.
Las caras y gestos son de agotamiento puro y duro. Dan la enhorabuena al ganador, algunos con menos ganas que otros. Se beben los vientos pa respirar, los corredores, Salvita el de las fotos, el ciclista…mientras “Huracán Lumi” continúa hablando como si estuviese recitando poesías debajo de una encina observando a sus pobres amigos de charla convertidos ahora en meros rastrojos humanos intentando volver al mundo real.
Tras los resultados, el Huracán hace distintas observaciones:
-         Muy respetables los tiempos obtenidos
-         Se ve que Rafita continúa progresando
-         “L” (más entrenar y menos hablar)
-         Cohete: (20 cubatas + 16 cervezas – 24’30 corriendo = destrozo humano).

Al finalizar esta I Carrera Energúmena y recuperarse todos después de 38 minutos respirando, los puyazos y refriegues comienzan a surgir. Ahora Rafita, de momento puede permitirse toda clase de tonteos, mientras el más perjudicado parece ser “L” que queda a merced de mofas y burlas.
No ha sido la única ni la última carrera. Vendrán más. Así como la aparición de Brazil en fútbol, o el tenis con nuevos fichajes que aspiran a todo, además de nuevos contrincantes en futuras carreras que, se sospecha, entrenan duramente en la oscuridad.
Y es que los energúmenos han decidido echarle un pulso al deporte, dejar por fin los cubatas (jajajajajajajajjaja es mentira Manolete, no se asuste) y comenzar a disfrutar su naciente juventud.